martes, 1 de agosto de 2017

Quasimodo existe



Buscando información sobre catedrales, descubrí que Quasimodo, el personaje principal de la novela ‘Nuestra señora de París’, de Víctor Hugo, realmente existió.
En la Galería de Tate (Londres), se encontraron unos documentos que resaltan la verdadera identidad del que, supuestamente, sería Quasimodo. Este famoso jorobado debe su existencia a un empleado que trabajaba en la reparación de la catedral en el año 1820.
Según los documentos encontrados, se trataba de la autobiografía de un señor llamado Henry Sibson, un aventurero británico que viajó y recorrió la Europa del siglo XIX, llegando a conocer a personajes importantes de la época. Los documentos demuestran que el jorobado está inspirado en la vida de Sibson, que fue contratado por el Gobierno francés para la reparación de la catedral por su gran talento artístico y definiéndose como “un escultor solitario y jorobado al que no le gustaba mezclarse con los demás”.
Lo que forma parte de la leyenda es la referencia al amor por la gitana Esmeralda, surgiendo todo ello de la creatividad de Víctor Hugo.
En ocasiones, grandes personajes literarios surgen de uno real, pero, casi siempre, el primero engulle al segundo.
El caso de Quasimodo es curioso. Muchos han tratado de analizar las numerosas enfermedades que padecía y que causaban su deformidad, pero nadie se había preocupado por demostrar si era alguien real.
Si realmente Sibson era Quasimodo hay que decir que tenía un gran mérito. Una persona con sus enfermedades y delicada salud que se esforzaba en algo y que era reconocido por ello. Si fuese un personaje actual… paguita y a vivir del cuento. 
Entre esto último y hacer lo que hacían los atenienses [arrojar a los ‘no aptos’ (niños débiles, enfermos, deformados o con retraso mental) desde el Monte Taigeto] hay un término medio y Sibson es la prueba.
A partir de ahora observaré las catedrales de forma distinta, imaginando el tipo de gentes que trabajarían en ellas. Visto desde un punto de vista romántico, supongo que todas las catedrales tienen su Quasimodo… continúa trabajando en ellas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesante la entrada. Conozco la historia pero desconocía que era un personaje de carne y hueso. Vi la película de Walt Disney “El jorobado de Notre Dame” basada en la novela “Nuestra Señora de París” y al final resulta que no es un personaje de dibujos animados, ni la invención de un escrito…si no de la vida real.

Marino Baler dijo...

Sí, ya ves, yo también me quedé sorprendido cuando lo leí. Por culpa de la literatura se ha perdido el personaje real, pero gracias a ella podemos recordarlo.
A mí recuerda a Jack, el personaje de Los pilares de la Tierra... no sé, me lo imagino así.
Me parece admirable que alguien con tantas enfermedades y con tantos males destacara en algo tan duro como la escultura. Hoy en día no lo haría ni de coña.